por May Durán
-Tallerinternet- me cayó como un cubo de agua fría. ¿Qué rayos se hacía en un taller de Internet? Además, ¿qué podía aportar yo a la mítica, ya no prohibida, pero hasta ahora inalcanzable red de redes? Sin embargo, me arrastraron el embullo, la curiosidad y mi inseparable melliza, con quien me metí de a lleno en las aguas digitales de la web.
A Yoha le sobraban las ganas. La primera vez que la vi casi gritaba: ¡sí, arriba! ¡Viva la EP! “Es un taller que integrará a muchachos interesados de toda la UH –dijo- mediante la metodología de la Educación Popular y ustedes me ayudarán en la coordinación. Lanzaré la convocatoria esta semana. Tiene que salir bien, es mi tesis”.
16 de noviembre de 2011. Primer encuentro oficial del taller, y, aunque me puse con un cartel en el portal de la facultad, solo cinco muchachos, pero con ellos empezamos y, casi cuando acabábamos, llegó un sexto y una subida de entusiasmo y confianza. Al final llegamos a dieciséis con tres encuentros de presentación, recopilación de estudiantes por toda la Universidad, algunos fantasmas y varios amigos.
Aquí es realmente donde empezó la cosa. La tesis trata sobre empoderamiento ciudadano en la web, pero ¿qué es empoderamiento ciudadano en la web? Ninguno lo sabíamos; es un tema novedoso poco tratado por los teóricos actuales, argumento que no nos detuvo en nuestro empeño y tuvimos nuestro tanto de teoría, lectura y plenario. Tres ejes temáticos nos rigieron: conceptualizar web, ciudadanía y poder/empoderamiento. Después de un extendido debate logramos nuestros conceptos (y/o definiciones).
Con el quinto encuentro llegó lo tan esperado y codiciado: el Internet. Los próximos talleres serían inmersos en la web, aprendiendo de cuatro de sus aplicaciones con tres profes que nos dieron lo mejor de sí. Las afortunadas: Facebook, Twitter, las Wikis y los Blogs; los acreedores: Leydis García Chico, Karel Pérez Alejo y Milena Recio Silva.
Estos encuentros fueron como el pollo del arroz con pollo del taller: creamos nuestra identidad, acuñamos al grupo con el nombre de Hiperactiv@s.uh (las cuestiones de género también entraban en nuestro análisis). Nunca se me olvidará la cara que puso Milena cuando en el subgrupo llegamos al consenso de que la mayoría no había visto un blog en su vida. La recuerdo, además, al decir que escribiría un libro con las respuestas a las muchas preguntas que le hicimos. Espero que algún día lo publique.
Dichos talleres jugaron también con toda la creatividad que podía compartir la coordinación, específicamente Yoha. No creo que ningún libro de técnicas del Martin* se vinculara directamente con la web2.0. Eso nos hizo inventar nuevas técnicas, readaptar algunas que ya teníamos, pensar concienzudamente en las consignas; por lo que cada una resultaba un logro a nuestra imaginación. Por algún lugar quedaron recogidos todos los aportes (y des-aportes) hechos al cuento de la cucarachita Martina, quien, la pobre, perdió hasta el nombre.
16 de diciembre de 2011: último encuentro oficial (el verdadero) de la primera etapa del taller. Evaluación de todo lo hecho hasta ahora, centrada en cuatro acápites principales: cumplimiento de las normas, contenidos, metodología de la EP y coordinación. Claro que hubo sus fallos, y fueron criticados, sobre todo con la asistencia y puntualidad, pero hubo muchos más logros, más motivaciones, más conocimientos y más amigos. Terminamos la primera etapa del taller con promesas de vernos en las fiestas, en las salidas, de escribirnos y llamarnos, en fin de no perder el contacto.
Pero esto no terminó aquí. Algo que no les dije es que hubo una segunda temporada de l@s hiperactiv@s, donde hubo más trabajo, más tareas y lecturas, más creación propia y mirada crítica, ahora sí con herramientas sólidas para empoderarnos, claro está. Todavía está el para qué hicimos todo esto y qué vamos hacer en adelante…
* Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.
Trazo digital 